Sólo tenía 30 años Alejandro Cacheiro cuando decidió colgar los botines. ¿Qué sucedió para que un jugador de su categoría dejara de jugar tan pronto? En nuestro programa del viernes, él mismo devela los motivos. Pero no es lo único de lo que hablamos con el querido Gordo, cuya magia regó las canchas del futsal por más de una década. Dedicándole la hora completa a la entrevista con el ex jugador de San Telmo, Franja de Oro, River, Huracán -el club con el que más se lo identifica- y el calcio, el homenajeado contó sus impresiones acerca de la campaña que hizo tanto en la Argentina como en el exterior. "Lo único que me quedó pendiente es haber jugado en la Selección", manifestó, admitiendo, por otro lado, que quizás nunca haya tenido la chance "porque siempre fui medio vago".
Independientemente de los defectos que él mismo tuvo la grandeza de reconocer, Cacheiro fue, sin dudas, uno de los futbolistas más talentosos de todos los tiempos.
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Cacheiro en la intimidad de un vestuario, el lugar donde era feliz.En familia. Junto a su esposa y su hijo Agustín.
Muchas caras conocidas en el Huracán de 2003. Al lado del Gordo, Diego Palazzi, uno de sus mejores amigos.
Para Huracán-Veteranos también jugó varias temporadas.
"Mi alegría más grande en el futsal me la dio el ascenso de Huracán en 2005", señaló Cacheiro en nuestro programa.
Su paso por Italia, con la casaca del Jesina. "En el calcio tuve el mejor estado atlético de mi trayectoria porque me sentía un verdadero profesional", confesó.
Cacheiro junto a dos hombres absolutamente identificados con el Globo: Rubén "Chocolate" Domínguez y Atilio "Semilla" Avanzini.
En Franja de Oro también dejó buenos recuerdos. Aquí, junto a Pablo De Fina.